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Cosecha de artemisaLa artemisa que recolectamos no se cultiva; se trata de una recolección "silvestre". Crece de forma natural sin insecticidas, pesticidas ni fertilizantes químicos en zonas de agricultura ecológica. El lugar donde crece le confiere virtudes específicas debido al clima y a la altitud. Alcanza la cima de sus cualidades en el solsticio de verano. Se cosecha en los días de hoja del calendario lunar, como los druidas cortando el muérdago y encontrando en estos gestos toda una simbología. |
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Formación de ramosCortada tallo por tallo, la artemisa se reúne en ramos. |
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TransporteEn las horas siguientes a su cosecha, se transporta inmediatamente a nuestros talleres para evitar su deterioro. |
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SecadoLa artemisa se cuelga en un secadero ventilado bajo techo durante varios meses, boca abajo para dinamizarla al máximo. |
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DeshojadoDespués de algunos meses, la artemisa está seca. Comienza entonces el deshojado mecánico. |
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MolidoLas hojas se muelen en un molino, resultando un polvo fino compuesto únicamente de hojas. Los tallos se agrupan en haces y se utilizan para acolchado. El mismo polvo de artemisa puede refinarse varias veces en el molino con tamices cada vez más finos para eliminar al máximo la parte superior de las hojas y conservar solo el vello blanco de la parte inferior. Así se produce el estopa purificada, con su suave textura de lana y su color dorado. |
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EnvasadoDespués del molido, la artemisa se envasa en nuestro taller en rollos de diferentes diámetros, envueltos en un papel muy fino y resistente. Estos rollos se llaman "moxas", del japonés "moguza", que significa "fuego prolongado". |
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Corte y enlatadoLos rollos se cortan en varillas y se colocan manualmente en cajas. |